Para mi esta situación mundial ha sido un poco de todo, miedo de contagiarme, tristeza por tantas muertes, desespero por el encierro, ha sido una gran oportunidad para poder aportar mi granito de arena.
Ser voluntario De la Cruz roja ha servido para sentirme útil en estos momentos que más se necesita de mi colaboración, de que hay muchas personas que están necesitando de nuestro apoyo y me me enorgullece poder tide de laguna manera, por otra parte también podemos ayudar quedándonos en casa para evitar que se si ha propagando el virus.
Mi vida diaria ha cambiado desde que empezó esto, no se puede hacer una vida normal sin poder salir de casa, pero confiando en Dios ya esto para y tendremos un vida normal de nuevo.