El Coronavirus ha llegado sin apenas avisar y ha desmontado todo lo que creíamos “seguro”. Nos demuestra que el poder que creíamos tener de nada sirve ante una enfermedad de tal magnitud; ni el dinero, ni la tecnología, ni toda la inteligencia puede pararla y nos ha arrebatado lo más importante de todo y que hasta este momento no dábamos la suficiente importancia: El cariño, el contacto, las relaciones, con todos aquellos a los que más queremos.
Poder colaborar y actuar como voluntario durante esta fatídica pandemia ha significado, por muchos motivos, una experiencia muy motivadora a la par que profunda.
El gran alcance del virus COVID-19 hace que sea necesaria la ayuda de Cruz Roja en muchos y diferentes ámbitos. En mi caso personal, he podido colaborar en tres proyectos diferentes:
- Colaboración con la UES.
- Abastecimiento de productos esenciales a personas mayores o con movilidad reducida.
- Creación y mantenimiento de un albergue local para personas sin techo de nuestra localidad. Este proyecto me reporta una gran satisfacción ya que el cariño y agradecimiento recibido por estas personas es inmenso. Es una experiencia muy gratificante.