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Al llegar al lugar donde realizas tu voluntariado y percatarte de que el ritmo que ya conoces no es el mismo, que se ha vuelto más frenético e intenso es cuando te das cuenta de la magnitud de la situación que vivimos. No en la televisión ni en la radio. Aquellos proyectos que conoces bien cobran nuevos matices, abarcan aún más acciones y te percatas de que cobran más importancia porque, sin descuidar a quien ya dabas todo tu cariño, sabes que quieres y debes llegar a más personas. Y aprendemos, como institución, como voluntarios, como personas… como parte de un gran engranaje bien preparado que se adapta a la perfección a todo aquello que la situación nos exigiera. Aparecen nuevas formaciones que nos han permitido afrontar el reto con mayor eficiencia y herramientas para el día a día, para nosotros y para el cuidado de los más vulnerables.

Una situación sin precedentes que nos ha permitido estar todos a una, a sentirnos una sola fuerza unificada para y por las personas. Tomando más conciencia de la Universalidad de que todos seres humanos anhelamos lo mismo, la felicidad y que ahora vemos claramente que viene de la mano de una salud que nos permitirá afrontar lo que sea con optimismo.

Y descubrir lo que dentro de cada uno ya sabemos, que la esperanza no se debe perder jamás. Y que en el trabajo de todos no puede faltar el amor por nuestra labor y por quienes la reciben, porque ese amor al entregar comida, medicinas, un techo o palabras de apoyo es la mejor vacuna que puede recibir una persona.

Francesc Xavier Garcia i Mañé – Assamblea de Barcelona

Francesc Xavier Garcia i Mañé
Spanish Red Cross
April 7, 2020