Una historia de impacto Limitless en Uganda

¿Alguna vez han convertido una pequeña idea en una innovación a nivel local? He aquí mi historia de innovación a través del programa Limitless de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (Federación Internacional) para promover las oportunidades de empleo y la protección ambiental en mi comunidad durante la pandemia.

Hola, me llamo Fred Marule, soy un voluntario de la Cruz Roja de Uganda y me he sumado a la Academia de Innovación para Jóvenes Limitless de la Federación Internacional.

Inicialmente, me había propuesto buscar cauces para mejorar el bienestar socioeconómico de determinados grupos vulnerables (por ejemplo, las madres jóvenes y solteras, las personas con discapacidad y los huérfanos) mediante la aplicación de enfoques innovadores a nivel local. La pandemia de COVID-19, los periodos prolongados de confinamiento y las restricciones comerciales han generado perturbaciones que han afectado a los medios de vida y las pequeñas empresas.

Tras asistir a los seminarios de la academia de innovación, recibí quinientos francos suizos (CHF 500) para iniciar un proyecto piloto en la comunidad que me permitiese poner a prueba mi idea. En colaboración con otros colegas voluntarios, nos pusimos en contacto con las autoridades y los dirigentes religiosos locales a fin de lograr acceso a la comunidad, y les presentamos nuestra idea: «la promoción de oportunidades de empleo mediante la introducción de innovaciones adaptadas al contexto local, de bajo costo y amplia incidencia, orientadas al fomento de la protección ambiental«.

Ante la buena acogida que la idea tuvo entre los miembros de la comunidad, iniciamos la elaboración del proyecto piloto. Se impartió formación sobre destrezas artesanales como zapatería y cestería a setenta y cinco (75) personas vulnerables entre las que figuraban madres jóvenes y solteras, personas con discapacidad y huérfanos.

Formación en calzado artesanal y cestería en las comunidades locales

Como materia prima, utilizamos algunos productos manufacturados no desechables. Por ejemplo, neumáticos usados de coches y motocicletas para la elaboración de zapatos artesanales o bolsas usadas de polietileno para la elaboración de cestas y alfombras.

Por consiguiente, el proyecto presenta tres aspectos importantes, a saber:

  1. Oportunidades de empleo para personas socialmente vulnerables
  2. Protección ambiental a través del reciclaje y la reutilización, y
  3. Transformación socioeconómica.

La iniciativa gozó de gran éxito y los participantes se han tomado muy en serio las destrezas adquiridas, que ellos transmiten a su vez a otros miembros de la comunidad.

Han empezado a generar ingresos en el mercado local, donde venden sus productos acabados, y también han decidido formar un grupo que se reúne al menos dos veces a la semana, en un horario determinado, con el objetivo de practicar las destrezas adquiridas y formar a otras personas. Partiendo de esa base, también se ha puesto en marcha un mecanismo de ahorro y crédito interno que complementa la labor de artesanía.

Miembros de la comunidad con su trabajo artesanal completo

Entre las perspectivas futuras figura la inclusión de nuevas destrezas como la fabricación de jabón o toallas higiénicas reutilizables y la sastrería, entre otras actividades generadoras de ingresos. Ahora, en calidad de promotores de la iniciativa, esperamos poder obtener los fondos necesarios para brindar apoyo a los participantes y a otros miembros de las comunidades.

Valoro en gran medida que el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja ofrezca a los miembros jóvenes una plataforma destinada a concebir y aplicar ideas que generen una incidencia positiva en sus comunidades. Me siento muy agradecido por ello tanto a la Federación Internacional como a la Academia Solferino. ¡Es indudable que cuando actuamos juntos no tenemos límites!

Crédito de la foto: Corrie Butler

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