Conflicto y pobreza
La pobreza extrema en el mundo se concentrará cada vez más en países y regiones que experimentan confictos. ¿Cómo nos estructuramos mejor para responder?
La creciente complejidad de los fenómenos de fragilidad, violencia y conflicto en el mundo amenazan los esfuerzos por poner fin a la pobreza extrema y promover la prosperidad mutua. Si bien hay menos conflictos interestatales a gran escala, desde 2010 proliferan otras formas de conflicto y violencia. Se observan conflictos civiles prolongados, librados por agentes estatales y no estatales, con profundas consecuencias a nivel regional y mundial, por ejemplo, en las zonas urbanas y la actividad en línea, a través de la guerra cibernética, el acoso y la radicalización. La red de organizaciones de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja no está equipada para hacer frente a las vulnerabilidades que prevalezcan en un contexto de ese tipo.
Los conflictos generan el ochenta por ciento (80%) de las necesidades humanitarias y mantienen a los países en la pobreza. Han provocado una crisis de desplazamiento forzoso sin precedentes, que restringe los recursos de los países afectados como de las organizaciones humanitarias por igual. El problema es generalizado, y afecta a los países en todas las etapas de desarrollo.
Si bien se anticipa que la tendencia general del desarrollo en el mundo se proseguirá, está previsto que con el tiempo el progreso se torne más difícil y lento en algunas zonas, debido al conflicto, la desigualdad y la inestabilidad. La pobreza y la vulnerabilidad en grado extremo se concentrarán cada vez más en los países afectados por fragilidad, conflicto y violencia, en los que se prevé que vivirán casi la mitad de los pobres del mundo en 2030, sobre todo en África y Oriente Medio. En esas regiones, es probable que la deficiencia de infraestructura, el cambio climático y el crecimiento de la población multipliquen los factores de vulnerabilidad resultantes del conflicto y la violencia. Como es difícil obtener fondos para abordarlas, se hace caso omiso o se olvidan íntegramente crisis humanitarias debido a la apatía o la fatiga del público ante el gran número de “crisis sin precedentes”.
Consideraciones y fuentes de tensión para las organizaciones de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja
- Si la fragilidad y la pobreza extrema se siguen concentrando en determinados países o regiones, ¿de qué manera se puede optimizar la distribución de recursos y esfuerzos a nivel mundial para prestar apoyo ante esos fenómenos? ¿De qué manera conviene estructurar y preparar a la organización, al personal y a los especialistas para ampliar la escala de las actividades destinadas a atender las necesidades en estos contextos?
- ¿De qué modo se puede garantizar en adelante la credibilidad y la confianza de un público a menudo fatigado por las crisis? ¿Qué medidas caben para mantener las operaciones motivadas por muchas crisis ignoradas u olvidadas, en donde el sufrimiento humano puede alcanzar niveles extremos?
- El aumento de los incidentes de discurso de odio y noticias falsas a nivel mundial ha suscitado una preocupación creciente sobre sus efectos en las espirales de violencia. Habida cuenta de la interrelación de estos incidentes con el papel destacado de la tecnología y de las redes sociales, resulta esencial comprender las repercusiones sin precedentes de tales aspectos en cuestiones relativas a no violencia y paz.
¿Qué piensas de sobre este tema?
¿Falta algo que crees importante?
¿Cuáles crees que son los puntos más importantes?
Comparte lo que piensas debajo en los comentarios
La consolidación de la Unidad de acción de las Sociedades nacionales en relación con los objetivos prioritarios debe ser objetivo fundamental. Establecido un orden de prioridades con un enfoque humanitario, todas las deben apoyar, en la medida de sus posibilidades y sin distinción de nacionalidades a la consecución de los objetivos. Evitar el sufrimiento de las personas, allí donde estén, sin distinción, tal y como propugnan los Principios de Cruz Roja.