El voluntariado es una de las cuestiones más importantes que afectan el bienestar de la red de la Federación Internacional y su capacidad para cumplir su misión humanitaria. En nuestras consultas, el “compromiso y apoyo de los voluntarios” fue citado como la segunda prioridad más importante para la organización en los próximos cinco años (después del cambio climático), y el tema número uno que los encuestados esperaban que mejorara para 2030. Esto se citó como más importante para aquellos que se identificaron como voluntarios en lugar de personal o líderes; sin embargo, en general fue una prioridad consistentemente muy alta en los tres grupos.
Estado actual
Los patrones y modalidades del voluntariado continúan cambiando en la mayoría de los países del mundo. Estos cambios han sido bien documentados durante la última década, tanto por la red de la Federación Internacional y otras organizaciones de voluntariado y grupos de expertos y han vuelto a ocupar un lugar destacado en las consultas.
Los cambios incluyen una mayor alineación con las causas en lugar de las instituciones, el deseo de una movilización más rápida para ofrecer acción directa con una burocracia reducida, una vida útil más corta del voluntariado y una disponibilidad reducida debido a los cambios económicos, las presiones vitales y los cambios en las expectativas de la experiencia del voluntariado. Si bien no todos los países experimentan estos cambios al mismo ritmo o intensidad, los encuestados indican que los impactos se están volviendo más generalizados y perturbadores.
Además de estos cambios bien documentados, parecen estar surgiendo otros importantes impulsores de cambio, incluido el papel de la digitalización en la gestión del voluntariado y la prestación de servicios. Los impactos de la pandemia de COVID también han sido generalizados. Si bien aumentó nuestro número de voluntarios durante la crisis, cualquier avance parece estar disminuyendo (con excepciones) y después de la pandemia, COVID aparentemente ha exacerbado las tendencias descritas anteriormente.
Take the Survey
Si bien la evidencia es mixta a nivel global, los datos disponibles sugieren una tendencia a la baja en el voluntariado formal, incluso cuando los jóvenes siguen muy comprometidos y activos en las causas sociales y ambientales que les apasionan, centrando su energía en acciones fuera de las instituciones tradicionales de voluntariado.
Las implicaciones de estos cambios son significativas en prácticamente todos los ámbitos. La mayoría de los modelos de servicio de las organizaciones se basan en la disponibilidad de voluntarios capacitados que participan con cierto grado de regularidad, consistencia y longevidad. Si las tendencias emergentes del voluntariado persisten, representan una amenaza para la prestación confiable de servicios a una escala significativa y a un costo manejable. Por el contrario, a medida que la organización se enfrenta a nuevos tipos o combinaciones de crisis que requieren respuestas de servicios más complejas, la red necesita habilidades más sofisticadas. Esto desafía las estrategias existentes de participación y retención y hace que las Sociedades Nacionales compitan con otros sectores que buscan las mismas capacidades.
“Incluso las actividades y proyectos que nuestra Sociedad Nacional está desarrollando son más eficaces, interesantes y mejor orientados a nuestra contemporaneidad.Quizás los valores del voluntariado hayan disminuido. La mayoría de las tareas requieren un nivel de conocimiento y gestión que es difícil de lograr con tu libre esfuerzo. No creo que esto sea algo malo, sino simplemente la expresión de un mundo que está cambiando más rápidamente que en el pasado”.
Prioridades futuras
A pesar de los múltiples desafíos, la gente cita a la juventud y el voluntariado como dos de las mayores oportunidades para la organización. La base de voluntarios sigue siendo enorme en muchas partes del mundo. (110 Sociedades Nacionales cuentan con más de 5.000 voluntarios en su base) y hay un gran número de voluntarios altamente comprometidos, apasionados y de “largo plazo” que desean ayudar a mejorar la forma en que opera nuestro sistema. Incluso la retención, aunque tiene una tendencia a la baja, sigue siendo alta en comparación con muchas organizaciones externas. Nuestra gente sigue siendo nuestro mayor activo y la mayoría de los encuestados sostienen que mejorar el voluntariado y dinamizar a la próxima generación de trabajadores humanitarios es una de las estrategias más efectivas para enfrentar la variedad de problemas humanitarios que se están desarrollando. Nuestra base de voluntarios es vista como una ventaja estratégica que sería una tontería permitir que decaiga.
La transformación digital de los enfoques de voluntariado parece haber mejorado significativamente en la primera mitad de este período estratégico, pero requiere una atención continua. Los encuestados que identificaron la transformación digital como una prioridad indicaron abrumadoramente que se habían producido mejoras en áreas como la racionalización de los procesos de registro, la creación de una capacitación más conveniente y accesible, la habilitación de la comunicación, la mejora de la colaboración y el aumento de la gestión eficaz de los datos. Sin duda, COVID aceleró esto. Los encuestados sintieron que hay oportunidades considerables que aprovechar, pero pidieron que se sigan centrando la atención y la inversión, incluso en tecnologías emergentes como la inteligencia artificial (IA) y nuevas oportunidades de servicios digitales.
“El impulso de la COVID requirió pasar a la tecnología en línea y mejorar la seguridad de la información de identificación personal mucho antes de la implementación planificada. Los efectos de una mejor gestión de datos han sido sorprendentes. No he visto nada parecido en mis más de 20 años como voluntario en desastres”.
La inclusión, la transparencia y la rendición de cuentas son ingredientes importantes. Una de las críticas más comunes de los voluntarios fue que los lideres no escuchó ni los incluyó en la toma de decisiones, y que había una falta generalizada de transparencia. Creían firmemente que se podría fortalecer la rendición de cuentas ante los voluntarios, y esto ayudaría a las personas a sentirse incluidas y sería un factor decisivo en la calidad de la participación. Cuando las Sociedades Nacionales parecieron acertar en esto, los resultados fueron convincentes:
“El cambio más significativo ha consistido en recopilar “historias” sobre el cambio a intervalos regulares e interpretarlas y discutirlas de manera participativa (a través de discusiones grupales). De esta manera niños, jóvenes y adultos han podido expresar, documentar y hacer uso de sus opiniones sobre los beneficios”.
«La participación de los jóvenes se ha disparado y se les está animando a desarrollar sus propias soluciones innovadoras a nivel comunitario».
También hay un llamado constante a un voluntariado más flexible que permita una participación más diversa. Se deben realizar esfuerzos específicos para colaborar con los grupos que actualmente están subrepresentados en la Sociedad Nacional. Si bien se reconoce que algunas funciones de los voluntarios requieren más capacitación, procesos y gestión, se expresó firmemente la necesidad de complementarlos con modelos más flexibles para satisfacer los cambios en los patrones de participación.
“Hay demasiada burocracia y no hay suficiente apoyo para ellos y, sin embargo, no podemos ser Cruz Roja sin ellos. Necesitamos volver a poner a nuestra gente en primer plano como punto de conexión con las personas que necesitan nuestros servicios. Necesitamos adaptar nuestros enfoques para satisfacer mejor las necesidades de los voluntarios”.
No podemos lograr a través del voluntariado los mismos resultados que hemos disfrutado en el pasado sin una inversión adicional significativa. En pocas palabras, el voluntariado ahora es más caro. La tendencia más amplia está pasando de, que los voluntarios se adapten a las prioridades organizacionales a que las organizaciones se adapten a las expectativas de los voluntarios. Esto requiere una mayor diversidad de ofertas, más enfoque en mejorar la experiencia del voluntariado y más inversión en capacitación, entrenamiento y ayuda a los voluntarios a lograr sus objetivos. Todo esto requiere más inversión por rendimiento de producción de lo que estamos acostumbrados.
Para complicar aún más la situación, en muchos países los voluntarios están lidiando con sus propios problemas económicos y debemos continuar explorando cómo estructurar oportunidades de voluntariado que, al menos, no los empeoren y, en el mejor de los casos, contribuyan a aliviarlos.
“Entender que el voluntariado en la economía actual no puede sostenerse sin una compensación monetaria y como tal; Se deben establecer mecanismos adecuados para abordar este desafío que corroe el núcleo de nuestras Sociedades Nacionales”.
“La naturaleza cambiante del servicio voluntario presenta un desafío importante para nuestra Sociedad Nacional. Nuestros voluntarios no necesariamente pueden permitirse el lujo de ofrecer su tiempo como voluntarios mientras las familias dependen cada vez más del empleo. Esto plantea preguntas sobre la discriminación (solo aquellos que tienen privilegios en términos de tiempo e ingresos pueden permitirse el lujo de ser voluntarios) y la diversidad en nuestra membresía. Aquí tenemos la oportunidad de reconsiderar lo que significa el servicio voluntario en este contexto y tendremos que hacerlo si queremos que nuestras Sociedades Nacionales sigan siendo relevantes”.
Cómo será el éxito en 2030
- Apertura a la innovación y una inversión considerablemente mayor en la experimentación con nuevos modelos de voluntariado que den como resultado oportunidades de voluntariado más diversas y mejor adaptadas a las necesidades del voluntariado.
- Mayor enfoque en el desarrollo de modelos digitalizados que hagan que la experiencia del voluntariado sea más eficiente e incorporen oportunidades significativas de voluntariado digital.
- Toma de decisiones más inclusiva y transparencia con los voluntarios de las Sociedades Nacionales, incluido un mayor enfoque en apoyar a los voluntarios para lograr el cambio en el mundo que desean ver. Y la oportunidad de influir e involucrarse en el desarrollo de los servicios y de la Sociedad Nacional.
- Más oferta formativa y de mayor calidad a los voluntarios.
- Estrategias específicas para ofrecer oportunidades de voluntariado a personas que normalmente no tienen la oportunidad de participar.
- Liderazgo que establece un alto estándar de ética y responsabilidad hacia sus voluntarios.
Sumérjase en el Centro de Inteligencia de la Estrategia 2030 de la FICR (también disponible en francés, árabe y inglés)
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